25 diciembre 2007

Sepa cómo elegir juguetes
para los bebés

Un novedoso estudio indica que los niños de hasta 6 meses son capaces de elegir, entre varias opciones, aquellas que no pueden hacerles daño. Los especialistas recomiendan evitar los artículos que tengan piezas pequeñas, a fin de prevenir atragantamientos y obstrucciones. La toxicidad es otro de los puntos a tener en cuenta, sobre todo cuando se trata de piezas destinadas a estimular la succión.

La llegada de las fiestas, especialmente Reyes, constituye prácticamente una obligación para que los padres mimen a sus hijos, sobre todo a los más pequeños, regalándoles ropa y libritos, pero sobre todo juguetes.
El principal inconveniente radica, a menudo, en la elección del artículo, porque tratándose de niños es sumamente importante prestar atención a cuestiones como el tamaño de las piezas y el nivel de toxicidad de las mismas.
Cuando los agasajados son los más chiquitos -entre tres meses y un año-, sin embargo, la elección se complica un poco más dado que no sólo hay que pensar en los puntos ya mencionados, sino que además hay que optar por juguetes que estimulen al bebé ayudándolo a incorporar colores, tamaños y sonidos, por ejemplo.

Las prioridades

"Los niños pequeños, de entre seis meses y un año, eligen priorizando el color, la forma y el sonido. Por eso es difícil generalizar, ya que a veces les divierte más una cuchara roja de plástico que una muñeca con muchísimas funcionalidades. Dentro de ese rango etáreo es conveniente optar por móviles colgables, libritos tridimensionales con sonido y textura, sonajeros de plástico duro que no tengan sonido, pues las pelotitas que contienen en el interior pueden salirse e ir directamente a la boca del bebé, y figuras inflables, siempre prestando atención a los componentes, debido a que algunas están desarrolladas con derivados del petróleo, lo que las hace tóxicas. No es conveniente elegir los muñecos inflables o de felpa que hacen ruido al ser apretados", detalló el doctor Rubén De Souza Serro, pediatra y jefe del servicio de Pediatría del Hospital Argerich, de Buenos Aires.
Simultáneamente, el especialista se refirió a "otro tema a tener en cuenta es el funcionamiento. Es preferible descartar juguetes a pila porque los chicos suelen babear una y otra vez el compartimiento donde éstas se ubican. Lo mismo ocurre con la pintura: cuando las piezas están pintadas es mejor no elegirlas e inclinarse por algún artículo que sea de plástico".

Estudio de comportamiento

Según una investigación realizada por profesionales del Centro de la Cognición Infantil de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, los bebés de entre 6 y 10 meses poseen la capacidad de discernir y distinguir entre los juguetes apropiados para la edad y aquellos que pueden resultar peligrosos.
En los resultados del estudio, que forman parte de la publicación Nature, los investigadores afirman que aun antes de comenzar a hablar los bebés ya son capaces de demostrar la capacidad de establecer juicios.
Durante las pruebas que permitieron arribar a estas conclusiones, los niños fueron sometidos a instancias de observación y evaluación durante las cuales debían optar entre dos juguetes, uno "malo" y uno "bueno".
Mientras el primero de ellos consistía en una pieza de madera que debía encastrarse arriba de una montaña, el segundo tenía la responsabilidad de ayudar al otro a terminar de subir o bien a caerse y romperse. Además de las "cualidades", las piezas estaban adornadas de manera de hacerlas más atractivas a la vista.
Luego de observar y analizar, prácticamente todos los chicos involucrados en la experiencia, eligieron el segundo: "Pudimos observar que los bebés -tanto varones como mujeres- tienden a elegir entre los juguetes más 'benévolos', es decir aquellos que no pueden hacer daño ni a ellos ni a otras personas o juguetes. Es muy impresionante que niños tan pequeños puedan hacer esto, pero para nosotros es una muestra de que tenemos desde muy temprana edad conceptos incorporados que ayudan a desarrollarnos en un contexto social", señaló la doctora Kiley Hamlin, líder de la investigación.
En la misma línea, dos estudios previos -uno también desarrollado en Yale y el otro en una universidad de Alemania- indican que estos conceptos pueden verse en niños aun más pequeños, de aproximadamente tres meses y que, además, cuando los chicos alcanzan el año y medio de vida ya se muestran sumamente colaboradores en tareas como juntar los juguetes u ordenar el cuarto.

Los peligros


"Los principales peligros con respecto a los juguetes son el atragantamiento y la asfixia. Por esa razón, es importante evitar los regalos que puedan contener piezas pequeñas, dado que los chicos suelen llevarlas a la boca o ingerirlas ante la sugerencia de algún hermano mayor. Para este punto no hay una edad determinada, pero generalmente se pueden empezar a incorporar este tipo de juguetes luego de los cuatro años, ya que la anatomía de los chicos suele cambiar e incrementarse en ese tiempo", postuló, en diálogo con la agencia noticiosa Pro-Salud News el doctor Diego Montes de Oca, especialista en Pediatría, integrante del Centro Pediátrico de la Capital Federal.
Debido a los riesgos, resulta vital que los adultos encargados del cuidado de los chicos conozcan las primeras medidas de auxilio que deberán ser aplicadas, especialmente si la pieza ingerida no quedó en la boca, la garganta o el estómago, sino que se ubicó en la vía aérea.
En esos casos hay que colocar al niño boca abajo y darle cinco palmaditas en la espalda a la altura de los omoplatos y luego repetir en el tórax.